El contexto actual en el que la sociedad moderna se encuentra (en particular los educandos), implica toda una serie de retos para reconocer, comprender, analizar y evaluar las fuentes de información y los recursos mismos a los que accedemos para darle fundamento y valor a nuestra ideas, opiniones y planteamientos frente a distintas temáticas o problemáticas mismas.
En efecto, las dinámicas de comunicación y en ese sentido el acceso a la información y el uso que le damos requiere y representa grandes retos para la escuela, en ese orden de ideas, una de las grandes dificultades que hoy día se evidencia en el aula y en las prácticas mismas que allí se dan, como lecturas, talleres, debates o foros, los cuales implican la movilización de competencias como la interpretación, la argumentación y la valoración de las ideas propias y ajenas.
A partir de lo anterior y del contexto mismo en el cual se desarrollan nuestras prácticas docentes, evidenciamos de manera observada ciertas falencias en nuestros educandos asociadas al momento de dar valor, responsabilidad, criterio y disposición a lo que se está leyendo, exponiendo, debatiendo y defendiendo una postura frente a un escenario o tema.
Todo ello implica de trasfondo que para el docente se convierte en una preocupación que lo lleva a considerar que las prácticas de aula hoy día requieren por un lado del reconocimiento de la manera cómo se aborda en la academia y en la cotidianidad la información, pero sobre todo la preocupación por la ausencia conceptual en nuestros estudiantes para identificar entre otros aspectos fuentes de información fidedignas y sobre todo prácticas y ejercicios académicos y científicos para reconocer una fuente de información seria y consolidada.
En todo este escenario ya expuesto se plantea como reto reconocer, identificar, comparar y evaluar las Fuentes escritas como elemento que permita la formación de los estudiantes en el uso de las mismas pero como fuentes históricas y en competencias críticas que fortalezcan el pensamiento científico y sobre todo la formación de nuevas ciudadanías, responsables en la sociedad moderna.
Por todo lo anterior el uso de RED fortalecerá los aprendizajes ya que su dinámica multimedial y en ese orden de ideas recursos digitales fortalecen los procesos de aprendizaje ya que activan y sirven a la vez de motivación despertando el interés de los estudiantes ya que exploran desde lo sensorial hasta lo emocional en los educandos y que a la postre claro está orientado por un buen o más bien óptimo proceso de planificación pedagógica permite en sí fortalecer los aprendizajes para el caso nuestro el pensamiento social histórico fundamentado en el reconocimiento de fuentes de información y demás categorías pertinentes a nuestra temática planteada.