¿Sabes cómo crear un hábito? Hay tareas, comportamientos, actitudes, actividades y propósitos que requieren de su incorporación en nuestra vida cotidiana para que generen resultados.
Casi el 50% de lo que hacemos diariamente son hábitos, como lavarnos los dientes, despertarnos a determinada hora, felicitar a quienes cumplen años, tomar determinada ruta para llegar a casa, etc. De ahí que se considere tan importante el hecho de tenerlos más o menos estructurados y organizados, sabiendo que son los adecuados para que nuestra vida sea más plena y nuestras jornadas estén lo más optimizadas posible.
Un hábito es una conducta llevada a cabo con regularidad, es decir, repetida en el tiempo, que es aprendida –no innata– y que requiere de poco o ningún compromiso racional.
Algunos tips para crear hábitos
Hay hábitos que queremos incorporar en nuestras vidas, como hacer ejercicio, dedicar más tiempo a la lectura, practicar un idioma, comer saludablemente o levantarnos más temprano, pero que nos cuesta trabajo lograrlo de forma cotidiana.
Por eso, para que sepas cómo crear un hábito y que lo puedas incorporar en tu día a día, hemos recopilado estas sugerencias, de forma que te resulte cómoda su lectura y te facilite las herramientas para adquirir dichos hábitos de una manera sencilla y saludable.
Establece tu meta
Es mejor no agobiarse. Por eso, lo primero que haremos será establecer la meta. ¿Qué queremos conseguir? El primer objetivo debería ser más bien humilde y sencillo. Si no, podríamos acabar por desistir si organizamos un plan demasiado complejo y ambicioso, que acabe por deprimirnos porque no tiene éxito.
Así pues, vamos poco a poco, empezando por lo más simple, y complicando la tarea según se vayan superando etapas. Además, estableceremos una única meta cada vez y, una vez lograda, iremos por la siguiente.
Define el plan
Una vez conocemos la meta, hay que definir el plan concreto que seguiremos para alcanzar el éxito. A la hora de cambiar un hábito o introducir uno nuevo, tenemos que ser muy perseverantes y mantener la concentración, ya que nuestro cerebro siempre tiene tendencia a regresar a las antiguas costumbres.
Para crear el plan, pensaremos y analizaremos las opciones, y buscaremos las tácticas optimizadas que nos ayuden a interiorizar el nuevo hábito poco a poco.
Avisos y recordatorios
Los avisos y los recordatorios ayudarán también a interiorizar nuevos hábitos. Así evitaremos que se nos olviden las acciones que queremos hacer. Por ejemplo, hacer pausas saludables en el estudio o trabajo. Cuando la alarma nos avise, sin procrastinar, haremos la labor hasta que sea una costumbre bien interiorizada.
Análisis del progreso
Saber qué tal está funcionando el plan y analizar si estamos logrando las metas propuestas, nos ayudará a tener un control pleno de toda la fase de afianzamiento del hábito. Por eso, cada cierto tiempo pararemos, estudiaremos la situación, buscaremos los posibles fallos y aciertos y nos replantearemos todo, para reforzar aquellas partes en las que estamos funcionando bien y buscar métodos para mejorar.
Premios
Nos ayudará bastante celebrar los avances. Cada vez que obtengamos un logro, por ejemplo, hacer el hábito sin pensar, de forma interiorizada, nos daremos un pequeño descanso y celebraremos la consecución de ese paso, para afianzar la nueva rutina y asociarla a algo positivo.
Y así es como crear un hábito se vuelve una labor relativamente sencilla y hasta agradable, ya que lo vincularemos a algo bueno que nos hace mejores.
La técnica de la prueba de 30 días
En general, cuando pensamos que algo tiene que ser de cierta forma para siempre, no nos gusta pues nos da la sensación de rigidez y disciplina extrema.
En función de su complejidad y del punto de partida en el que te encuentres, tardarás unos 66 días para crear nuevos hábitos. Por esto, una prueba de 30 días puede darte una idea del beneficio que consigues con el hábito, que está asociado con tu meta inicial. Atención, esta prueba no es de 30 días aleatorios, sino de 30 días seguidos. Y si un día fallas, no te desanimes, retoma el camino. Ubica un calendario visible y cada día conseguido marca una cruz.
Los hábitos una vez incorporados, como cuando aprendiste a conducir o montar en bicicleta, los haces sin pensar. Tanto que apenas necesitan energía para ponerlos en práctica. Sin embargo, es fundamental seguir manteniendo la consciencia sobre tus acciones, para que la rutina no se apodere de ti y te convierta en un autómata.
¡Que tus hábitos te mantengan proactivo y no reactivo en tu vida!
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