En el universo digital de la educación, desarrollar competencias digitales es cada vez más relevante tanto para los estudiantes como para los docentes. Para conversar sobre su importancia y otros aspectos relacionados con la educación digital, conversamos con Andrés Muñoz Castillo, sociólogo con amplia experiencia en innovación y uso educativo de las tecnologías digitales, así como en educación con enfoque STEM.
¿Cuáles son las competencias digitales que se deben desarrollar, desde la educación, en los niños y jóvenes?
Andrés Muñoz: Hoy en día sigue siendo muy importante trabajar con los niños y con los jóvenes en las competencias básicas, pues de allí se desprenden los conocimientos y sus posteriores habilidades en áreas como las Matemáticas, Ciencias, Tecnología, Lenguaje y Competencias Ciudadanas. Sin embargo, lo que tal vez ha cambiado y ha comenzado a ser mucho más visible es la necesidad de modificar el cómo se enseñan o se aprenden esas áreas de conocimiento básicas.
Por eso, entran a cobrar tanta relevancia enfoques educativos como STEM, que ayuda a integrar el conocimiento de las experiencias de aprendizaje de los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, a través de experiencias de aprendizaje activo conectadas con contextos y orientadas a resolver problemas del entorno. Pero no son las únicas; hoy en día es igual de necesario desarrollar habilidades que permitan desempeñarse como un ciudadano del siglo 21. Por ejemplo, es muy importante que las experiencias de aprendizaje se vinculen y estructuren propósitos pedagógicos que permitan desarrollar el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, la capacidad para trabajar en equipo y la capacidad para resolver problemas, que se conocen como competencias del siglo 21.
También hay unas competencias técnicas que cada vez son más importantes para participar de manera activa en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial, como el pensamiento computacional. Este pensamiento permite comprender los hechos y las realidades, desde una lógica estructurada de ideas y conceptos y con base en ella encontrar soluciones de manera organizada. Así mismo, conjugar el aprendizaje de las áreas básicas con las habilidades socioemocionales que permiten y favorecen el trabajo colaborativo, son parte de los aprendizajes que hoy en día son prioritarios para los niños y jóvenes, a lo largo de la vida.
¿Cuáles son las competencias digitales que deben desarrollar los docentes?
AM: Durante muchos años, el país ha estado orientado a favorecer los procesos de apropiación básica del uso de las tecnologías, para que los docentes de manera gradual incorporen estas tecnologías digitales como un apoyo al proceso de aprendizaje. Sin embargo, con el rápido desarrollo de las tecnologías y, sobre todo, con la inmersión tan acelerada que tienen las nuevas generaciones en el mundo digital, se requiere comenzar a tener otros niveles de profundidad en su manejo. Por ejemplo, desarrollar una capacidad creativa para utilizar la tecnología, no solamente a nivel instrumental, sino que permita crear nuevas experiencias y escenarios de aprendizaje.
Se pueden utilizar las tecnologías para mediar otro tipo de aprendizajes, por ejemplo, para facilitar la inclusión de las personas que no pueden, por alguna razón, llegar hasta la escuela, colegio o universidad; pero también, para las personas que tienen algún tipo de discapacidad, lo que les puede llegar a implicar alguna restricción en el acceso a la educación, al aprendizaje y posteriormente, a oportunidades laborales.
Es cada vez más relevante que los maestros y las maestras de educación preescolar, básica, media y superior tengan la capacidad de utilizar estas herramientas para cerrar las brechas de acceso al conocimiento, para utilizarlas como un mecanismo generador de conocimiento y, sobre todo, para facilitar que sus estudiantes aprendan y desarrollen esas nuevas habilidades.
Normalmente, en las instituciones educativas las competencias digitales en educación se han vinculado con las personas encargadas del área de tecnología. ¿Cómo involucrar a los docentes para que sientan que estas competencias no son parte de un área específica sino de un conocimiento transversal?
AM: Ha sido fundamental que se hayan orientado buena parte de las expectativas hacia el rol que puede jugar un docente de Tecnología, hablando de educación preescolar, básica y media. Sin embargo, es muy importante darle continuidad a estrategias que involucren a docentes de otras áreas del conocimiento para que, por ejemplo, un docente de Artes pueda utilizar la tecnología para facilitar los procesos de expresión, de desarrollo motriz y de desarrollo creativo. Igualmente, para que un docente de Matemáticas o de Ciencias logre aproximar a los estudiantes a los conceptos de estas áreas, de una manera más sencilla, que los motive y enganche más. Y en los temas socio emocionales, para que las tecnologías en lugar de generar vulnerabilidad, pueden ayudar a desarrollar la confianza, el reconocimiento de sí mismos y el trabajo en colaboración con otras personas.
En un mundo digital ya no es una opción hacerse a un lado y asumir que el desarrollo tecnológico y los desafíos de la tecnología no nos corresponden; es muy importante hacer procesos participativos, vincular a los docentes, de manera gradual. Y no solamente involucrar a los maestros que están ya en ejercicio de sus funciones, sino a aquellos que están en formación. Los programas de formación de licenciaturas tienen que hacer un trabajo muy fuerte para desarrollar estas habilidades, con la alfabetización digital que demanda la labor docente, como en general en cualquier profesión. Así mismo, que estos docentes adquieran las capacidades para conectar las emociones, los aprendizajes y la tecnología dentro de un proceso de experiencia de aprendizaje para los estudiantes.
¿Cuál es la relación entre la inteligencia artificial y la educación?
AM: La inteligencia artificial hace parte de una de esas mega tendencias de educación que son muy propias de lo que actualmente se conoce como la Cuarta Revolución Industrial, siendo esta el campo más fuerte y vigente en este momento, como el blockchain, la big data, la analítica, el internet de las cosas.
La inteligencia artificial es un campo muy amplio y para la educación se puede ver desde diferentes perspectivas. Particularmente, a mí me gusta verla desde la implementación, por ejemplo, de sistemas predictivos que pueden contribuir al aprendizaje de los estudiantes, haciendo que cuando se incorpora un algoritmo que comprende los ritmos, los niveles de aprendizaje de una persona, tiene la posibilidad de brindarle nuevos contenidos y recursos que contribuyan a reforzar el aprendizaje, donde se necesita.
En un colegio de 35 o 40 estudiantes todos tienen que aprender al mismo ritmo que pone el maestro y, generalmente, ahí hay diferencias muy importantes entre los niños, quienes de pronto tienen diferentes vocaciones, intereses, o expectativas especiales por alguna área del conocimiento, lo que genera grandes brechas durante el proceso de aprendizaje. La tecnología, y particularmente la inteligencia artificial, tendrían la posibilidad de agregar un valor al aprendizaje, brindando un aprendizaje adaptativo y personalizado.
En este sentido, hay una experiencia piloto de una institución educativa en La Calera donde, a través de un algoritmo de inteligencia artificial y un dispositivo que está dispuesto en un comedor, se va identificando la expresión de los niños, lo que permite monitorear que estén tomando su ración y analizar los niveles de satisfacción con su alimentación escolar.
¿Cómo integrar a las poblaciones rurales y apartadas de los núcleos centrales, quienes por falta de conectividad ven disminuido su acceso al mundo digital?
AM: Llevamos como 20 años hablando de la eliminación de la brecha digital. Sin embargo, cada vez más familias, padres, niñas, niños y jóvenes tienen la posibilidad de acceder a algún dispositivo tecnológico, bien sea porque en su colegio ha llegado una dotación de tecnología, o porque en su casa tuvieron la posibilidad de comprar computador para la familia, o por la existencia de dispositivos móviles en algunos de los miembros de la familia, lo que es un avance importante en materia de acceso a los dispositivos.
Sin embargo, la conectividad sigue siendo el gran reto y allí el país tiene que seguir trabajando para brindar condiciones de acceso a las poblaciones más rurales. En paralelo, como complemento, brindar el acceso a herramientas, a recursos, a contenidos que no dependan 100% de la conectividad, porque si bien hablamos de que estamos en un mundo digitalizado, realmente no podemos desconocer que hay comunidades educativas que todavía no tienen las mejores condiciones de acceso.
Andrés Muñoz Castillo es sociólogo, especialista en Gobierno y asuntos públicos y Magister en Gerencia de proyectos. Tiene amplia experiencia en innovación y uso educativo de las tecnologías digitales, así como en educación con enfoque STEM. Fue jefe de Planeación y subdirector de Formación e Innovación en Computadores para Educar; y jefe de la Oficina de Innovación Educativa con uso de nuevas tecnologías en el Ministerio de Educación.