La confianza es un valor ético que facilita las relaciones humanas satisfactorias, en doble vía, sean estas entre individuos, entre organizaciones humanas (empresas, instituciones, países, etc.).
Igual que en los espacios presenciales, la confianza digital se logra cuando los diferentes actores que hacen parte del entorno virtual encuentran condiciones óptimas para interactuar entre sí, para hacer trámites, transacciones, gestiones de la vida cotidiana que implican el manejo de datos y/o información sensible o confidencial. También, para acceder a conocimiento y poder compartirlo.
Confianza digital: una puerta abierta hacia las oportunidades
Cuando nuestros comportamientos y decisiones crean escenarios virtuales confiables podemos romper muchas barreras: de comunicación, de distancia, de inequidad en el acceso al conocimiento etc. y también, generar inmensas oportunidades de progreso para otros ciudadanos del Siglo XXI dentro de las que se destaca el emprendimiento mediado por el uso de la tecnología y el internet.
Igualmente, el uso productivo de las TIC mejoran la provisión de servicios digitales, el desarrollo de procesos internos eficientes, la toma de decisiones basadas en datos, el empoderamiento de los ciudadanos y el impulso en el desarrollo de territorios y ciudades inteligentes, logrados a partir de la consolidación de un Estado y ciudadanos competitivos, proactivos, e innovadores, que generan valor público.
Te invitamos a explorar y compartir los recursos educativos que encuentras a continuación:
