En los establecimientos educativos se plantea la necesidad de abordar el emprendimiento desde un enfoque de desarrollo humano integral, que incluye conocimientos, hábitos, actitudes y valores, promueve la generación de propuestas resolutivas a las necesidades humanas, sumado a cooperación y el trabajo en equipo.
El emprendimiento se desarrolla desde el despliegue de unas actitudes emprendedoras desde las formas de pensar, sentir y actuar, donde lo primordial desde las orientaciones del Ministerio de Educación Nacional es trabajarlo de forma transversal en los diversos escenarios, planes de estudios desde cada área básica y optativa y en los espacios institucionales. La Ley 1014 de 2006 sobre el fomento de la cultura del emprendimiento presenta la definición de conceptos como: cultura, emprendedor, emprendimiento, empresarialidad, así como los elementos para fomentar la cultura del emprendimiento.
Asimismo, la última Ley de Emprendimiento 2069 de 2020, establece un marco regulatorio que propicia el emprendimiento y el crecimiento, consolidación y sostenibilidad de las empresas, con el fin de aumentar el bienestar social y generar equidad. Este marco delimita un enfoque de acuerdo con las realidades socioeconómicas de cada región. Esta ley define todo el componente en educación en los diversos niveles educativos para la formación en el emprendimiento y la alianza y articulación con el sector productivo.
